jueves, 11 de febrero de 2010

Como vencer el Pecado de la Masturbación.


Publicado por Felipe Caminero en Soldado de Cristo

Este pecado es uno de los más difíciles de vencer, primero porque está en nuestro cuerpo el deseo de satisfacción sexual y segundo porque es un pecado secreto que solo usted lo sabe y nadie más. Pero el pecado no es secreto a Dios quien ve todas las cosas y nadie puede esconderse de Él. Debemos huir de todo pecado y busca la santidad sin la cual nadie vera a DIOS como dice la Biblia.
Seguid la paz con todos, y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor. (Hebreos 12:14)

1. Reconozca que tal práctica es pecado ante DIOS.
No piense que es una simple debilidad ó falta sin importancia. No piense que es un pecado el cual no puede superar. Todo pecado se puede superar y este no es la excepción. A veces tratamos de pensar que algunas cosas no son tan malas como forma de aliviarnos a nosotros mismos en nuestras conciencias pero eso no significa que no sea pecado, lo sigue siendo y aun más cuando sabemos lo que es lo bueno y no lo hacemos. Nuestra lucha es contra la carne y a eso dice la Biblia lo siguiente...
!!Ay de los que a lo malo dicen bueno, y a lo bueno malo; que hacen de la luz tinieblas, y de las tinieblas luz; que ponen lo amargo por dulce, y lo dulce por amargo! (Isaías 5:20)
Pero los que son de Cristo han crucificado la carne con sus pasiones y deseos. (Gálatas 5:24)
Haced morir, pues, lo terrenal en vosotros: fornicación, impureza, pasiones desordenadas, malos deseos y avaricia, que es idolatría. (Colosenses 3:5)
Huye también de las pasiones juveniles, y sigue la justicia, la fe, el amor y la paz, con los que de corazón limpio invocan al Señor. (Timoteo 2:2)

2. Propóngase ser puro para DIOS.
Una de las maneras más eficaces para vencer el pecado es la de "querer" agradar a Dios con nuestra vida. Cuando estamos dispuestos en nuestro Espíritu a ser guiados por Dios, entonces veremos lo podemos hacer. Hemos sido salvados para la pureza y la santificación. Así también vosotros, hermanos míos, habéis muerto a la ley mediante el cuerpo de Cristo, para que seáis de otro, del que resucitó de los muertos, a fin de que llevemos fruto para Dios. Porque mientras estábamos en la carne, las pasiones pecaminosas que eran por la ley obraban en nuestros miembros llevando fruto para muerte. (Romanos 7:4-5)
Así que, amados, puesto que tenemos tales promesas, limpiémonos de toda contaminación de carne y de espíritu, perfeccionando la santidad en el temor de Dios. (2 Corintios 7:1)
3. Someta su mente.
Como el pecado de la masturbación (como todo otro pecado) tiene que ver con la mente y los pensamientos, entonces es allí donde debemos de ir a solucionarlo. Dios nos da mandamiento de que quitemos de nosotros las maneras de pensar que tienen que ver con la naturaleza pecaminosa y que nos movamos a la manera de pensar que agrada a Dios...En cuanto a la pasada manera de vivir, despojaos del viejo hombre, que está viciado conforme a los deseos engañosos, y renovaos en el espíritu de vuestra mente, y vestíos del nuevo hombre, creado según Dios en la justicia y santidad de la verdad. (Efesios 4:22-25)
Para sanar nuestra mente debemos tomar medidas que nos ayuden en el proceso. La vida de santidad nunca ha sido instantánea en ninguna persona. Los cristianos debemos de educarnos en las cosas y comportamientos que son agradables a Dios. Si tomamos las medidas necesarias y nos dejamos guiar por Dios quien habla a nuestro corazón entonces obtendremos la victoria.
Algunos pasos a seguir:
3.1 Cuide sus oídos - Evite ser expuesto a conversaciones que le provoquen deseos sexuales indebidos. Esto incluye la lectura de material de índole sexual.
Bienaventurado el varón que no anduvo en consejo de malos, Ni estuvo en camino de pecadores, Ni en silla de escarnecedores se ha sentado; Sino que en la ley de Jehová está su delicia, Y en su ley medita de día y de noche. Será como árbol plantado junto a corrientes de aguas. Que da su fruto en su tiempo, Y su hoja no cae; Y todo lo que hace, prosperará. (Salmos 1:1-3)
3.2 Eduque sus ojos - Evite ser expuesto a material pornográfico que le excite sexualmente. Evite mirar las personas del sexo opuesto que le atraigan más de lo necesario.
"La lámpara del cuerpo es el ojo; así que, si tu ojo es bueno, todo tu cuerpo estará lleno de luz; pero si tu ojo es maligno, todo tu cuerpo estará en tinieblas. Así que, si la luz que en ti hay es tinieblas, ¿cuántas no serán las mismas tinieblas?" (Mateo 6:22-23)
3.3 Limite sus manos - "No toque lo que no debe tocar".
NOTA: Remplace todo lo que ha quitado arriba con cosas que ocupen su lugar: Usted no simplemente debe de quitar lo que no sirve de su vida sino que debe de poner allí lo que sirve. No es simplemente dejar de hacer algo, sino el comenzar a hacer algo que edifique en el lugar de aquello que le destruía. Este último punto es un paso muy importante en este proceso.
3.4 Controle sus pensamientos - Sobre todo, mantenga su mente alerta. Este al tanto de lo que piensa. No deje que su mente divague creando así momentos de debilidad espiritual Los pensamientos son traicioneros. Es en la mente donde se peca mayormente y más fácilmente, de hecho todo pecado comienza en el pensamiento. La Biblia nos dice que la solución es "controlar nuestros pensamientos":
Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad. (Filipenses 4:8)

3.5 Practique la santidad. Lleve su vida a algo más que un simple pensamiento y deseo, vuélvase en "practicante" de las buenas cosas. No solo conviene saberlo sino hacerlo...
Lo que aprendisteis y recibisteis y oísteis y visteis en mí, esto haced; y el Dios de paz estará con vosotros. (Filipenses 4:9)
4. Oración - Pida ayuda a Dios: Declárele a Dios en oración explícitamente el deseo de ser limpio(a) en esta área de su vida. Reconozca que usted es débil pero que "en Cristo" todo lo puede.
5. Consejería y responsabilidad: Si usted encuentra que no puede superar este pecado, sería bueno consultar con su pastor o con algún consejero (de su mismo sexo) que tenga “madurez espiritual” y que le ayude. A veces el contar con la ayuda de otros es de bendición a aquellos que son más débiles a las pasiones de la carne. Una persona que le ayude a sobrepasar enfocarse en lo que es recto y agradable a Dios es de edificación.
6. Sea persistente pero no se sobre culpe: No se desanime ni se sienta “demasiado culpable” si vuelve a caer o si no ve que puede sobrepasar y vencer la tentación. Algunas veces los pecados están más enraizados a nuestra vida que lo que pensamos. Sepa que Dios es quien nos ayuda en nuestras debilidades.

¡Todo lo puedo en Cristo que me fortalece! Filipenses 4:13